Ópera Estatal de Viena



Ubicada en la ciudad austriaca de Viena, es una de las más importantes compañías de ópera mundiales. Hasta 1920 se llamó «Teatro de la Ópera de la Corte Imperial y Real de Viena» (k.k. Hof-Operntheater). Es el centro neurálgico de la vida musical vienesa y uno de los polos de atracción del mundo musical.

A partir de mediados del siglo XVII, durante el reinado de Leopoldo I, empieza a ser habitual que se representen óperas italianas en la corte de Viena, con la ayuda de diferentes compositores y libretistas traídos de Italia para tal fin. Las óperas eran interpretadas por los miembros de la Hofkapelle (Capilla de la Corte), que también se ocupaba de la música litúrgica y de amenizar los banquetes de la corte. Las representaciones se daban en diferentes lugares de Viena, adaptados para tal fin. Desde 1741 las representaciones comenzaron a darse en el nuevo Burgtheater de la Michaelerplatz, una antigua pista de juego de pelota reconvertida. Paralelamente, se utilizó el Schlosstheater, acondicionado en el palacio de Schönbrunn. El público de la ópera real estaba restringido a miembros de la corte, embajadores extranjeros y visitantes de alto rango, si bien, desde 1728, los ciudadanos comenzaron a poder asistir a representaciones de adaptaciones operísticas de las obras que se componían para la corte en un teatro de gestión privada, el Kärntnertortheater, situado cerca del actual emplazamiento de la Ópera Estatal.

Alrededor de 1776, el emperador José II decreta la "libertad teatral" (Schauspielfreiheit) en Viena, que supone el final del monopolio de la corte sobre los espectáculos teatrales. A partir de ese momento permite que otras compañías utilicen el Burgtheater o el Kärntnertortheater para montar sus propios espectáculos. El propio José II asume la gestión de los teatros. Al mismo tiempo, comienza a favorecer la representación de obras en idioma alemán, frente al monopolio italiano. Esta fue la situación que favoreció la composición y el estreno de diversos Singspiele, como El rapto en el Serrallo de Mozart. Sin embargo, Mozart sufrió mucho más para poder ver representadas sus comedias italianas en los teatros de la Corte.

Al principio del siglo XIX los teatros de la corte siguieron manteniendo su posición predominante en la escena musical vienesa, porque eran los únicos que podían asumir el montaje de las nuevas óperas románticas, que comenzaban a llegar desde Italia y Francia. En esa época la mayoría de las representaciones se daban en el Kärntnertortheater, cuya gestión se cedía a sucesivos empresarios, por lo general italianos. En 1854 Carl Eckret se convirtió en el primer director de la Ópera Imperial que también ostentaba el cargo de director musical. Esta situación se repitió a menudo desde ese momento, culminando con el nombramiento de Gustav Mahler en 1897. Durante el mandato de Eckert llegaron por primera vez a la Hofoper las óperas de Wagner (Lohengrin en 1858 y Tannhäuser en 1859).




Al decretarse la demolición de la vieja muralla de Viena y aprobarse el trazado de la moderna Ringstraße, se decidió construir el nuevo teatro. La nueva casa de la ópera permitió el rápido desarrollo de la compañía, que alcanzó una primera edad de oro durante el mandato de Wilhelm Jahn (de 1881 a 1897) quien compartió la dirección musical con Hans Richter.

Gustav Mahler es otro de los muchos ilustres directores que trabajaron en Viena. Durante el desempeño de su cargo (de 1897 a 1907) Mahler cultivó una nueva generación de cantantes, tales como Anna Bahr-Mildenburg, Selma Kurz y Leo Slezak, y reclutó un escenógrafo (Alfred Roller) que reemplazara los decorados históricos por otros más concordes con los modernistas gustos del Jugendstil. Mahler introdujo igualmente la práctica de atenuar la luz en el teatro durante las representaciones, lo que inicialmente no fue apreciado por el público. Sin embargo, las reformas de Mahler fueron mantenidas por sus sucesores.

Durante los años del nazismo en Austria, entre 1938 y 1945, muchos miembros de la compañía fueron perseguidos por motivos políticos o raciales, mientras que muchas óperas del repertorio fueron prohibidas. Tras la destrucción del teatro en marzo de 1945, la compañía se instaló en el teatro de la Volksoper, donde dio una representación de Las bodas de Fígaro el 1 de mayo siguiente, y otra de Fidelio el 6 de octubre en el Theater an der Wien, una vez que se concluyó la rápida restauración de ese teatro. Durante los diez años siguientes, la compañía se alojó en estas dos sedes.


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